PASIÓN POR EL HOMBRE

Voy a comenzar este artículo desde el lema de la asociación “Bocatas” (http://bocats.org): Pasión por el hombre. Y por sus vidas….

La asociación “Bocatas” se dedica desde hace casi veinte años a acompañar a los toxicómanos que acuden a la Cañada Real Galiana en busca de drogas. Desde su lema, “pasión por el hombre” varias personas de distintas edades entregan, cada viernes, alimentos y bebidas a los drogadictos que lo necesitan, que son muchos. Además les ofrecen cercanía y amistad, acompañamiento, mirada y escucha.

Según se lee en su propia página web, todo ello lo hacen desde el convencimiento de que ser querido por el mero hecho de ser hombre, y no por aquello que hagas o dejes de hacer, es un regalo. Ellos dicen que Bocatas es un lugar en el que nadie tiene que aparentar nada. El “yonki” no tiene que dejar de serlo, el “gitano”no tiene tampoco que dejar de serlo, y uno no tiene que dejar de lado “su mezquindad”. “Porque allí uno es querido por lo que es, independientemente de su condición y de lo que haya hecho”.

Todo lo que allí ocurre desde “Bocatas” es muy sencillo, aparcan la camioneta, sacan la comida y la bebida, y los toxicómanos que ya les conocen se van acercando a que les entreguen aquello que necesitan para seguir subsistiendo. Tienen poco más que aquello.

Resulta admirable la perseverancia y claridad de las personas que cada viernes aparcan “la normalidad de su vida” para acercarse a quienes en la sociedad “despreciamos”. Con los miembros de Bocatas acudí hace unos meses a la Cañada Real Galiana. Y no tengo más que mirarme a mi misma en los momentos antes de acercarme allí, para intuir qué es lo que en general la sociedad excluye. Cuando llegaba en coche sentía miedo por muchas cosas, por no saber si podría soportar la visión de tanto sufrimiento, por no ser capaz de llegar a ver al hombre, al ser humano que había detrás de ese aspecto dificil de los toxicómonos que se encontraban por allí..; sentía también desconfianza, inseguridad….

Pero sobre todo, sentía admiración por el trabajo que allí se hacía y la consciencia que se palpaba.

«Los bienes son limitados y deben repartirse de la manera más justa posible. El Bien, sin embargo, se puede repartir sin que sufra merma alguna», Rémi Brague. Es una cita que también aparece en la página web de Bocatas y que está en la esencia de dicha asociación.

Y aportar “bien” está igualmente en la esencia del proyecto que nosotros llevamos a cabo desde la asociación amee. Buscamos aportar a la Justicia, igual no a la Justicia ordinaria de los Juzgados y Tribunales, no a la Justicia que recogen las leyes, también muy necesaria, sino que intentamos aportar a una Justicia (más) humanizada. También desde la “Pasión por el hombre”, desde el convencimiento de que en todo ser humano existe una esencia del bien, y desde el convencimiento de que en todo ser humano existe la necesidad de aportar a los demás seres humanos.

En el proyecto de Justicia Restaurativa y Mediación Penal y Penitenciaria que estamos llevando a cabo en el Centro Penitenciario Madrid I (Mujeres) nos hemos encontrado también con muchas personas drogodependientes, o que lo fueron en otros tiempos y vienen siendo tratadas en prisión. Y también respecto de ellas hemos experimentado esa “Pasión por el hombre”.

Ha sido en concreto una mujer consumidora de drogas durante muchos años de su vida, la que se ha acercado últimamente a nosotros con la intención de llegar a un encuentro restaurativo con la víctima de su delito.

Ella ha revisado su vida, y desde la explicación y el sentido de lo que ella ha sido a lo largo de su vida y es en estos momentos, desea lanzar una mirada hacia el futuro partiendo de la petición de perdón. Ella desea pedir perdón a la mujer a la que atracó, redimir el mal que causó, repararlo y comenzar una vida diferente cuando salga de prisión.

Igual ahí, está el lugar de unión de ambos proyectos. Nosotros ofrecemos mirada y escucha a ese ser humano durante su estancia en prisión y la acompañamos en su proceso de responsabilización por el daño causado, así como en el proceso de reparación de dicho daño, y cuando ella salga de prisión, desde Bocatas pueden ayudar a su reinserción, a que le de nuevamente sentido a la vida y a que encuentre la manera de cuidarse a sí misma sin causar daño a otros.

Todo ello lo elaboramos entren ambas asociaciones en el contexto de la fiesta que Bocatas celebró en la Parroquia de San Jorge y en la que participé hablando de nuestro proyecto y de la posible generación de unión entre ambas asociaciones, pues la esencia al final es la misma. http://bocats.org/fiesta-bocatas-2016/